miércoles, mayo 14

Ahora algo que quería subir aquí hace tiempo:

La Experiencia más Triste de mi vida
Cuando uno nace y esta al lado de sus padres los tres primeros años de vida, desarrolla cierto apego hacia ellos, pero, ¿qué pasa si es que uno se cría solamente con sus abuelos esos tres primeros años de vida?. Pues es lógico que se desarrolla un mayor apego hacia ellos.
A veces uno cuando es niño y/o adolescente no tiene una idea clara de la muerte y parece que las personas de nuestro entorno vivirán por siempre, pero esta imagen idílica con respecto a la vida, pronto se trunca en desengaño. Cuando la muerte nos arrebata un ser querido, para no devolvérnoslo jamás, tan solo nos queda el recuerdo sublime que vive por siempre en nuestros corazones.
Mi abuela se llamaba Araceli, y la verdad, la llegué a querer más que a mi madre, tanto así que ella es mi modelo a seguir, pues fue consecuente con su rol de madre y e mujer, en todos los sentidos posibles, siempre tuvo palabras amables en los momentos críticos. Yo tenía cierta ilusión de que ella estuviera presente en mi fiesta de quince años así como en la de mi hermana, pero murió meses antes y no celebré mas que un vacío. Cuando me dijeron sobre su muerte, al principio yo no lo creí, pensé que se trataba de un lastimoso juego o en este caso de una broma cruel, sólo lo acepté cuando fui de viaje a Ica a darle el último adiós y la vi dormida en aquel hermoso pero triste ataúd, en el cual mis lagrimas derrame como nunca lo había hecho por nadie hasta entonces.
En este triste suceso vino muchísima gente; y se sentía un ambiente general de melancolía con notas desgarradoras de llanto, todos sus hijos e hijas se veían desamparados, sus hermanos nietos y amistades caminaban lúgubremente hacia el camposanto, pero el momento más álgido fue ver caer la tierra encima de su cuerpo, creo que para eso si, nadie me preparó, de pronto sentí deseos de no dejarla sola así en ese estado, pero lastimosamente eso no era posible y me detuvieron en el intento y solo pude contemplar todo esto quedando grabado como una herida del alma.
Mi abuelo estaba destrozado, y a mí me causaba un profundo dolor esa perdida, y demás está decir que las cosas no fueron las mismas, ambos superamos la perdida con dignidad, y nos seguimos queriendo con la fuerza de siempre, no obstante cada vez que voy a verlo en su cumpleaños, nos acordamos de ella cuando miramos aquel óleo, que si logró captar la calidez de su mirada, y que nos da una fuerza increíble, para seguir luchando en esta vida con todo lo que conlleva la acción de seguirlo haciendo.


La Experiencia más Feliz de mi vida
Creo que la vida no es una búsqueda de felicidad y que en general cada individuo tiene una sucesión de momentos felices, siendo así que la felicidad se puede expresar de maneras diferentes y con diferentes actos, como por ejemplo lograr una meta académica, encontrar a la persona amada, ganarse la lotería, etc. Siendo así entonces mencionaré de los momentos en los cuales fui inmensamente feliz.
Muchas personas creen en el amor a primera vista, yo tengo una versión distinta, yo creo más bien en el amor a segunda vista, pues algo así fue lo que me ocurrió. Todo empieza en la adolescencia, cuando se sienten esos primeros impulsos emocionales, pero hasta entonces no son muy claros se necesitan además de ciertos elementos para descifrar aquellas “cosas”, pues nos encontramos en un mundo hasta ese entonces inexplorado. La amistad, es lo más importante, en la adolescencia, de pronto sin que uno se dé cuenta surge el primera amor, no se nos dice nada pero allí está. A veces eso, termina bien o mal, en mi caso la amistad se conservo, y cada uno viró por un camino distinto y tuvo nuevas experiencias, mucho tiempo pasó, realmente fueron diez años, a veces cuando uno cree que toda esperanza esta perdida, se encuentra en un error pues siempre existe y existirá aquella luz que creemos lejana e inalcanzable, solo se necesita tener fe en uno mismo y en sus sueños.
Volviendo a este relato, todo ocurrió el primer día de este año, aquel reencuentro mágico y real, las cosas se fueron dando de manera tal, que fue un redescubrir total y positivo, ahora vivo mi tiempo no navego más en mis pasadas ilusiones, pues no he dejado cosas inconclusas que puedan traerme problemas. Yo, y de hecho todo el mundo pensaba que aquella persona que estuvo a mi lado en la primera etapa de mi vida, no volvería y que iba a hacer su vida digamos que con otra “construcción”, pero me da a veces por creer en este loco destino pues si a ambos nos tenía que juntar nuevamente se salió con la suya, nadie presionó, nadie forzó nada, en este caso todo fue obra de la providencia. Hay varias cosas para que el amor exista y se mantenga siempre, esas son: química, amistad y estimación, pero la más importante es la compatibilidad, pues sin ella es mucho más probable que surjan fricciones irrecuperables que dañen irreparablemente al amor. Siento que ahora se conjugan estos elementos en mi y en la persona con la cual me encuentro, tengo una mayor visión, realizo cada cosa que se me presenta con nuevas y mejores perspectivas, simplemente me dedico al aquí y al ahora, a crecer como persona y a aprender más de lo que la vida me pueda dar.

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