El iluminado, la revelación y el regalo...
No puedo decir su nombre, pues al decirlo rompería ese halo de misterio que lo envuelve y yo aún sabiéndolo, sigo con la certeza de que un nombre aunque diga mucho, en realidad es un pedacito de inmensidad en su caso...
El iluminado
No puedo decir su nombre, pues al decirlo rompería ese halo de misterio que lo envuelve, y yo aún sabiéndolo sigo con la certeza de que un nombre aunque diga mucho, en realidad es un pedacito de esa inmensidad, en su caso.
El iluminado no era tal hasta el momento en que lo vi el día martes, fue ese el día clave en el cual, se me reveló, así tan sencillo como era...
Pero empecemos de antes...
Lo conocí allá por el año 99, en la academia pre universitaria, estaba en un salón diferente al mío, lo conocí en los seminarios, ambos teníamos algo en común, la amistad con mi mejor amiga, era una atmósfera llena de libros, pensamientos y definiciones, era muy hábil él con los números, yo con las letras, y él tenia por aquellas épocas cabello largo (estilo de rebeldía típico) y era más serio. O sería que aún no nos conocíamos tanto?, vestía de negro, y su rostro adusto me inspiraba cierto temor, pero al final ambos seguimos una senda que nos marcaría a posteriori, ingresamos a la universidad pero a diferentes carreras, y fue así que lo seguí viendo de manera esporádica.
Todo lo comprendí al acabar el tercer año, `por casualidades del destino baje mi ponderado, en realidad lo que paso es que me pusieron notas que no merecía en dos cursos por puras argucias malsanas ¡!, y cuado fui por mi boleta de notas era muy tarde para reclamar, burocracia y trámites, dinero y demás !
Y allí estaba yo así de indignada y triste por la injusticia cometida conmigo ( y recién empezaba la crueldad ¬_¬U) cuando lo encontré, él hizo mucho por mí, me escucho de la manera como solo él me puede escuchar, y lloré frente a el por vez primera, Luego de ese incidente hubo otras veces en las que me lo encontraba fugazmente y ya estaba alegre y lo transmitía en mis ánimos, él tenia tenía el mismo animo indefectible, nunca hablábamos de él, era muy reservado, y a veces hasta esquivo, y bueno yo me iba así como llegaba como un viento calmo y finito, y él vivía en su existencia real, esa que yo nunca conocí. Eran miradas de complicidad cada vez que de lejos lo veía como mi gran amigo que era es y será, tan profundo y sincero.
Y como de alguna manera lo tengo que nombrar, lo llamaremos para los efectos del caso, ESPÍRITU Z. (Espíritu es uno de sus apellidos reales, y le va bien para con su persona).
La Revelación
El tiempo cambió, el se el se cortó el cabello, pero aún se sigue vistiendo de negro, y aún conservaba esa mirada taciturna, algo sombría, que siempre le vi, y aún lo sigo viendo como alguien enigmático, adora su soledad, siempre nos poníamos a conversar de temas profundos y hasta algunas veces filosóficos, hubo una conversación en la cual yo quería parametrar y limitar el concepto de vida, muerte, existencia y sentir, él me dijo que no era posible, que algún día lo comprendería, y yo lo comprendí recién por estos días. Y ese martes fue que comprendí
Me hablo de la trascendencia, y de las debilidades del ser humano, del cuerpo y sus limitaciones, de los instintos que le son inherentes.
Yo escuchaba...
Pero ante de esto el se mantenía escuchándome, viendo como todo mi ser interno se volcaba ante él, yo lloraba por segunda vez, y él simplemente estaba?
Y allí todo me fue revelado, me di cuenta de que cada vez que yo tenía un problema fuerte, él de la nada aparecía, como mi ángel protector aunque se vistiese de negro, yo le seguía comentando aquellas cosas que no me hacían sentir bien, le hablé del diario que estaba llevando como regalo para mi chico, de la cubierta de color celeste, de sus hojas perfumadas. Y mi chico había dicho que "eso" no le importaba, tanto esfuerzo y dedicación para nada? él solo me miró y callo con un gesto de reprobación...
Y luego compartimos algunos escritos en rima...
Él escribía a la simple inspiración
Y yo creía en la corporeidad de un amor,
Hoy creo más en la esencia del amor en sí mismo,
Y vi sus poemas, él me dijo:
No soy poeta, soy un viviente, del mundo recojo mi arte.
Y yo lo imaginé entre el verdor y la montaña
Pero supe que igual se iría, y sólo cuando estuviese en una situación semejante como la de ese día, tal vez me lo volvería a encontrar, amigo infinito y etéreo.
Antes de que se fuera, le pedí un favor, el publicar uno de sus escritos que me gustó mucho, y él accedió, fue algo muy grato ese gesto, este fue su regalo:
El Regalo:
Conciencia
Serás mi última esperanza
Mi huir de este sueño mundo
La frazadita de mi noche
Mi alba tierna
La espuma donde duerme
esa burbuja aisladora
diáfana y pura
llena de ensueños y melodía
Serás el viento que envuelve mi mirada
La laguna donde naufragan mis suspiros
mi sustento
mi sosiego
mi silencio hasta la tumba
mi amor eterno, ETERNO !!!
Autoría: ESPIRITU Z
A veces me pregunto si él existe, más allá de esas apariciones precisas, y me digo, SÍ allí está, vive su vida, me fue concedida su amistad, así yo sigo mi camino, y miro al cielo agradecida, aunque aún él se siga vistiendo de negro...
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