miércoles, noviembre 13

Modus operandi

Mi alma de poetisa es indomable e irremediable,
Las cosas más simples me inspiran a voltear la mirada
A ver que cada día que pasa que me mira afable
Y promete ser excitante, aunque a veces no lo sea, cada
Ocasión es útil y soberbia para admirar tu fortaleza
Creciente, distinguirte entre la inmensa maleza
Que me envuelve a veces en auras infernales
De callecitas sin salida, vicios sin color, males
Normales en ocasiones matinales inconscientes
De mi destino subterráneo, lleno de ardientes
Deseos por verme llena de ti,

Aunque ahora ya entendí
que tal vez no soy quien tú buscas para amarte
pero me rehúso a creer en semejante disparate
de locura o cabalidad, de sinsentido o armonía
de premios y autocastigos mas sigo en esta vía
so señal de no marearme y caer sino de aprender
como testigo ocular de alguna astucia cruel, de roer
el huesito de la honestidad brutal, en mi permisividad
de seguir en este mi modus operandi no calculado
con arranques de dulzura pero no exento de agresividad
en el curso de este amor surgido para nada precipitado.

¿Acaso me hablas desde tu silencio redomado?
Pareciera que acaso ya estoy alucinando
Producto de una imaginada dicha sin retórica
Pero vivida incansable y sombría, de música
En el interior que pugna por salir a todos los rincones
Sobre todo para entrar en tu alma alguna vez
Aunque sea a por estallidos, aludes y trompicones
Toma mi aliento, mi vida misma, pero no me acabes...

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